Publicidad y género

La publicidad vende ilusión

Los jóvenes tienen derecho a recibir una formación de la sociedad que erradique los estereotipos que les llevan a perseguir modelos “irreales”, una apariencia con unas medidas, un peso y unas actitudes que, cuando sean serán muy difíciles de conciliar cuando se les pida que sean tolerantes, solidarios y que valoren a las personas por algo más que por lo que aparentan.

Una de las discriminaciones directas más evidentes a que se ven sometidas las mujeres es sin duda la esclavitud de la imagen que según el modelo de sociedad imperante debe tener y los procesos a los que tiene que someterse para ajustarse al prototipo que se le asigna. 

Los distintos medios de comunicación tienen aún que asumir su responsabilidad como creadores de la realidad puesto que no sólo la reflejan sino que también la modelan, por lo que pueden incorporar una nueva perspectiva de género.

Los medios conformar modelos colectivos de valores y comportamientos, ofreciendo al público, no sólo productos, sino también modelos de actitudes, formas de vida e imágenes paradigmáticas que orientan y, en muchos casos, definen las necesidades y los deseos de las personas.

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Los anuncios publicitarios marcan modelos y patrones que son interpretados de diferente
manera por los espectadores y, por lo mismo,
pueden inducir a ciertas prácticas discriminatorias,
estereotipadas y sexistas 

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